Juventudes Socialistas de Bilbao

Martes 20 de enero de 2009. Un nuevo día se vislumbra en Norteamerica. Ha ocurrido lo impensable: Obama se convierte en el primer presidente negro de la nación estadounidense. El sueño de Martin Luther King se ha cumplido.
Centros de miles de personas fueron al Capitolio para ver este suceso sin precedentes. Pasaron horas a temperaturas bajo cero hasta la aparición de Obama y su discurso, lleno de esperanza y optimismo para los estadounidenses. “hemos elegido la esperanza sobre el temor, la unidad de propósitos sobre el conflicto y la discordia”; “ha llegado el momento de llevar adelante la promesa divina de que todos somos iguales”; Al mundo musulmán, buscamos un nuevo camino adelante, basado en el interés mutuo y el respeto mutuo”; debes levantarnos, sacudirnos el polvo y volver a empezar la tarea”; “no sacrificaremos ideales por seguridad”; “lo que se nos pide ahora es una nueva era de responsabilidad”,… esta fueron alguna de sus frases más emblemáticas en su discurso una vez jurado la constitución y nombrado formalmente 44 Presidente de los Estados Unidos. Todo el mundo tiene puesto el punto de mira sobre este nuevo presidente. Se espera de él que va a traer una nueva era y un cambio en el mundo.

A pesar de estas palabras, a pesar de la Obamanía de muchos/as (para que luego no me acusen de machista sin corazón) que piensan que Obama va a mejorar la situación del mundo, este humilde servidor se mantiene escéptico y espera hechos que esto lo demuestre. No tengo nada en contra de Obama, todo lo contrario, me cae simpático. Es una persona que ha trabajado para llegar hasta donde ha llegado, eso no tiene discusión. Ahora bien, una cosa es aceptar eso y otra muy distinta es pensar de Obama como el gran liberador de todos los males del mundo. Eso es una completa estupidez.

¿Por qué? Simple: es el presidente Estados Unidos. Ya sabéis, la nación de las oportunidades, esa nación dónde existe un 20% de personas que no tienen seguro médico, donde las desigualdades económicas son muy patentes, donde prácticamente todo el mundo tiene al menos un arma (algo amparado por la constitución), una nación que apoya (o al menos ha dejado hacer) la matanza de Palestina por manos de sus amigos los israelís (el lobby judío tiene mucha fuerza a la hora de unas elecciones), donde se meten porque sí en una guerra por petróleo (para los más despistados, la guerra de Irak),… todo esto y mucho más nos podemos esperar de una de la naciones más poderosas del mundo. Teniendo en cuenta este precedente, me es muy difícil aceptar que este señor vaya a lograr grandes cambios solo porque haya llegado tan lejos. Los cambios debo de verlos en su mandato, y ahí opinaremos.

Ha empezado bien, hay que reconocerlo, su primera orden ha sido cerrar de manera definitiva la prisión de Guantánamo. Algo es algo. Este es un primer buen paso. Ahora veremos cuáles son sus siguientes para ver si, como todo el mundo espera, da pasos similares a este primero, o si por el contrario, se enreda entre sus pies y cae. Veremos si el sueño de los norteamericanos en este hombre se cumple, o si solamente se queda en eso, en un sueño.

“Gracias, que Dios os bendiga, que dios bendiga a América”.

Escrito por: David Q.